Primo Levi in bici sulle strade attorno al lago d’Orta,
all’età di diciannove anni circa.
Si esto es un hombre
Los que vivís seguros
En vuestras casas caldeadas
Los que os encontráis, al volver
por la tarde,
La comida caliente y los rostros
amigos:
Considerad si
es un hombre
Quien trabaja
en el fango
Quien no
conoce la paz
Quien lucha
por la mitad de un panecillo
Quien muere
por un sí o por un no.
Considerad si
es una mujer
Quien no tiene
cabellos ni nombre
Ni fuerzas
para recordarlo
Vacía la
mirada y frío el regazo
Como una rana
invernal.
Pensad que esto ha sucedido:
Os encomiendo estas palabras.
Grabadlas en vuestros corazones
Al estar en casa, al ir por la
calle,
Al acostaros, al levantaros;
Repetídselas a vuestros hijos.
O que vuestra
casa se derrumbe,
La enfermedad
os imposibilite,
Vuestros
descendientes os vuelvan el rostro.
(Traducción de Pilar Gómez Bedate)