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martes, 20 de marzo de 2012
lunes, 19 de marzo de 2012
Mark Jenkins en Gestalten
Publicado por
Manuel Rosal
Gestalten es editorial, estudio de diseño y tipografía, es tienda, y tiene, además, un espacio donde muestra obra de los artistas y creadores contemporáneos que más les interesan y que engrosan su catálogo editorial. Es una especie de círculo donde la labor editorial va más allá del libro y se convierte en una corriente que se retroalimenta (expo, presentaciones, noticias, catálogo, vídeo, etc.). La muestra "Glazed Paradise" que Mark Jenkins tuvo hasta el 4 de marzo en el espacio de Gestalten (Sophienstr. 21) de Berlín es un ejemplo.
Mark Jenkins vive en Washington y hace escultura con cinta de embalar. Algunas de ellas, como se ve en el vídeo de abajo, logran un efecto de realismo aterrador con el simple hecho de vestirlas y colocarlas en una posición, un lugar o una actitud sorprendente. El efecto es el de una instalación directa, en vivo, sacada de un contexto artístico o de la forma en que se "debe" ver el arte. Escultura, entorno y reacción del público completa el sentido profundo de la obra de Jenkins. "Glazed Paradise", contaba con obra nueva del autor realizada en Berlín y una nueva serie de sus pequeños muñequitos de cinta de embalar. Todo a la venta, incluso se podía comprar un ejemplar autógrafo con muñeco por apenas un par de cientos de euros. Junto a la obra, se incluía fotografías de las instalaciones más impactantes del artista urbano. El catálogo de la exposición "The Urban Theater", lo incluye todo.
Mark Jenkins vive en Washington y hace escultura con cinta de embalar. Algunas de ellas, como se ve en el vídeo de abajo, logran un efecto de realismo aterrador con el simple hecho de vestirlas y colocarlas en una posición, un lugar o una actitud sorprendente. El efecto es el de una instalación directa, en vivo, sacada de un contexto artístico o de la forma en que se "debe" ver el arte. Escultura, entorno y reacción del público completa el sentido profundo de la obra de Jenkins. "Glazed Paradise", contaba con obra nueva del autor realizada en Berlín y una nueva serie de sus pequeños muñequitos de cinta de embalar. Todo a la venta, incluso se podía comprar un ejemplar autógrafo con muñeco por apenas un par de cientos de euros. Junto a la obra, se incluía fotografías de las instalaciones más impactantes del artista urbano. El catálogo de la exposición "The Urban Theater", lo incluye todo.
domingo, 18 de marzo de 2012
domingo, 11 de marzo de 2012
Der beste Marías
Publicado por
silvia cosío
Amor mortal, según traducción de la máquina de google -vaya cursilada- se anuncia por la ciudad. "El mejor Marías hasta la fecha"... Foto en la estación del S-Bahn de Berlín-Gesundbrunnen.
Gloria a la trompeta
Publicado por
Sergio Rojas-Marcos
Según el Diccionario de símbolos de J. E. Cirlot, en la entrada "trompeta", los instrumentos de metal son propios de nobles y guerreros, y simbolizan el anhelo de fama y gloria.
El trompetista Peter Evans es el hombre de moda en el jazz de vanguardia. Su album Ghosts aparece en prácticamente todas las listas de los mejores discos de 2011 recibiendo una apabullante unanimidad crítica poco común. Hace poco ha estado en España, donde ha agotado entradas y recibido la atención la prensa (El País, Tomajazz).
Por favor, si pueden verlo o escucharlo, no se lo pierdan; y cuéntenme qué tal. Yo díría que Cirlot lo escuchó tocar; aunque muriera el mismo año en que nació Evans.
El trompetista Peter Evans es el hombre de moda en el jazz de vanguardia. Su album Ghosts aparece en prácticamente todas las listas de los mejores discos de 2011 recibiendo una apabullante unanimidad crítica poco común. Hace poco ha estado en España, donde ha agotado entradas y recibido la atención la prensa (El País, Tomajazz).
Por favor, si pueden verlo o escucharlo, no se lo pierdan; y cuéntenme qué tal. Yo díría que Cirlot lo escuchó tocar; aunque muriera el mismo año en que nació Evans.
Modern Jazz Opera
Publicado por
Sergio Rojas-Marcos
De vez en cuando uno da con productos culturales sorprendentes, y los japoneses parecen ser los reyes del sincretismo inesperado.
Realmente, no soy capaz de comentarlo. En cualquier caso la selección de temas es magnífica.
Realmente, no soy capaz de comentarlo. En cualquier caso la selección de temas es magnífica.
miércoles, 7 de marzo de 2012
los tres cerditos y el lobo
Publicado por
silvia cosío
Esta es la nueva campaña de The Guardian que propone una apertura a las nuevas tecnologías y los cambios que esto supone dentro del periodismo -algo así como una "superplataforma" digital- combinado con el rotativo tradicional. Tanto el video de Los tres cerditos como los carteles The whole picture de la agencia BBH me parecen realmente buenos. El resumen de campaña viene a ser: "Cómo The Guardian y los tres cerditos tratan de mantener el lobo en la puerta".
domingo, 4 de marzo de 2012
Jazz on a Summer's Day
Publicado por
Sergio Rojas-Marcos
Hace cerca de veinte años descubrí que Antonio Machín estaba enterrado en Sevilla porque, con motivo de un festival veraniego que unía soneros cubanos con flamencos, se celebraba en el aniversario de su muerte una breve ceremonia de la que inevitablemente cada agosto se hacía eco la prensa local. Algunos de los músicos que actuarían esa noche cantaban ante la tumba de Machín mientras la rociaban con ron. Un año, un hermano mío decidió asistir para ver directamente un acto que presumía tendría una carga emotiva especial. Su sorpresa fue grande cuando vio que estuvieron presentes, además de él, tres músicos cubanos que cantaron, el representante de la organización del festival, fotógrafos de prensa y, por supuesto, el propio difunto. Nadie más.
Casi cualquier persona mínimamente interesada en el jazz o el blues ha escuchado música del Festival de Jazz de Newport (Rhode Island, EEUU). Desde que se estrenó, en 1954, ha atraído a la mayoría de los músicos más destacados y son numerosísimos los conciertos que fueron después publicados como discos (inevitable citar los de Duke Ellington y Miles Davis). Tenemos además la suerte de que el propio festival conserva gran cantidad de grabaciones de calidad que hace accesibles al público a través de internet.
En 1958, el fotógrafo Bert Stern y el cineasta Aram Avakian planearon hacer una película documental sobre el festival con idea de cambiar la imagen que hasta entonces se había mostrado del jazz. Este fue el primer festival de jazz que se celebraba al aire libre y a menudo se grababan las actuaciones jazzísticas en clubs situados en subterráneos y en blanco y negro. Decidieron hacerlo a todo color, usando nada menos de cinco cámaras y cuidando al máximo la calidad del sonido. El verano y la acomodada población costera de Newport aportaron el resto para conseguir un film luminoso que enseña lo bello de la vida y la música.
La película me resulta interesantísima. Hay buenas actuaciones (me impresionó la energía sin esfuerzo aparente de Mahalia Jackson), bonita fotografía y un público que a veces parece salido de un casting. Me atrevería a afirmar que los responsables de la serie Mad Men la revisan cada vez que necesitan inspiración sobre vestuario o estilismo. Ellos y ellas tan guapos, y tanto fumador suelto; todo mostrado con tanta naturalidad. Pues, a pesar de la música, es precisamente esa naturalidad lo que hace interesante esta película. Hoy día en cualquier evento público todo el mundo tiene presente que se hace para ser registrado (bien fotografiado o filmado), lo que a menudo deja al público asistente en un incómodo papel de extra. La sensación al ver Jazz on a Summer's Day es que todavía esa relación no se había invertido, que la cámara que colocan el hermano del director musical de festival y un fotógrafo que aún no ha retratado a Marylin genera mucho menos de lo que lo que capta. Los cineastas son pequeños invitados perdidos en medio de un público de verdad. Eso lo convierte en un documento de época.
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Casi cualquier persona mínimamente interesada en el jazz o el blues ha escuchado música del Festival de Jazz de Newport (Rhode Island, EEUU). Desde que se estrenó, en 1954, ha atraído a la mayoría de los músicos más destacados y son numerosísimos los conciertos que fueron después publicados como discos (inevitable citar los de Duke Ellington y Miles Davis). Tenemos además la suerte de que el propio festival conserva gran cantidad de grabaciones de calidad que hace accesibles al público a través de internet.
En 1958, el fotógrafo Bert Stern y el cineasta Aram Avakian planearon hacer una película documental sobre el festival con idea de cambiar la imagen que hasta entonces se había mostrado del jazz. Este fue el primer festival de jazz que se celebraba al aire libre y a menudo se grababan las actuaciones jazzísticas en clubs situados en subterráneos y en blanco y negro. Decidieron hacerlo a todo color, usando nada menos de cinco cámaras y cuidando al máximo la calidad del sonido. El verano y la acomodada población costera de Newport aportaron el resto para conseguir un film luminoso que enseña lo bello de la vida y la música.
La película me resulta interesantísima. Hay buenas actuaciones (me impresionó la energía sin esfuerzo aparente de Mahalia Jackson), bonita fotografía y un público que a veces parece salido de un casting. Me atrevería a afirmar que los responsables de la serie Mad Men la revisan cada vez que necesitan inspiración sobre vestuario o estilismo. Ellos y ellas tan guapos, y tanto fumador suelto; todo mostrado con tanta naturalidad. Pues, a pesar de la música, es precisamente esa naturalidad lo que hace interesante esta película. Hoy día en cualquier evento público todo el mundo tiene presente que se hace para ser registrado (bien fotografiado o filmado), lo que a menudo deja al público asistente en un incómodo papel de extra. La sensación al ver Jazz on a Summer's Day es que todavía esa relación no se había invertido, que la cámara que colocan el hermano del director musical de festival y un fotógrafo que aún no ha retratado a Marylin genera mucho menos de lo que lo que capta. Los cineastas son pequeños invitados perdidos en medio de un público de verdad. Eso lo convierte en un documento de época.
viernes, 2 de marzo de 2012
dreams of sushi
Publicado por
silvia cosío
En la sección Culinary Cinema de la Berlinale se presentaba este año el documental Jiro Dreams of Sushi del director americano David Gelb. Un trabajo sobre el único cocinero japonés con tres estrellas Michelín cuyo local, Sukiyabashi, se encuentra bajo una de las estaciones del metro de Tokyo.
Del mismo director en un canal de Vimeo se pueden encontrar semblanzas de otros maestros como Kazunori Nozawa, un referente del sushi en la ciudad de Los Ángeles. Una particularidad de Nozawa es que se ha propuesto educar a los americanos sobre el arte del buen sushi, echando a patadas de su local a todo aquel que se atreva a nombrar el spicy tuna roll o el california maki. El móvil, la música de fondo y la gente maleducada son sus bestias negras. Se hace llamar "el Nazi del sushi" ni más ni menos. El New York Times publica un artículo sobre él porque después de 47 años haciendo sushi se retira.